Hasta la piel

Las cosas no son siempre como queremos, nos equivocamos y vemos cambiar nuestra vida. El dolor está muy presente en cada día que pasa después de acabar una relación, y más cuando hay amor del fuerte, del que no se acaba, del que con ver una sola imagen puedes estar horas llorando, días en la cama y meses sin ganas ni de respirar. Piensas que haces las cosas por el bien de la otra persona, para que sea feliz, y tal vez hayas acertado, pero después te ves a ti, y desearías morir a pasar un día más así. 

Dicen que todo sufrimiento pasa, pero yo creo que no, que perdura en una parte de ti. Tal vez eso te haga más fuerte, pero corre el riesgo de hacerte de piedra y no querer volver a sentir nada.

Cuando éramos pequeños no nos enseñaron a ser fuertes en esto, te pilla desprevenido y te ves solo, por muchos amigos y familiares que estén contigo no pueden estar veinticuatro horas a tu lado y es en ese momento cuando todo vuelve a ser gris y ves que no, que no hay salida por ahora. Toca aguantarte y ver que pasa. Fin de la película.